La puesta en servicio de turbinas en alta mar mediante bancos de carga es esencial, debido a que puede ser complicado y costoso de corregir una vez que la plataforma se encuentra en el mar.

La pérdida de ingresos por ventas puede ser de millones de dólares.

El testeo implica incrementos escalonados hasta carga plena para verificar los parámetros de la turbina, tanto del consumo de combustible como de los diferentes tipos de combustible. Por otro lado, la supervisión de vibraciones, temperatura y flujo del aire garantiza la máxima eficacia una vez que el servicio esté instalado y funciona a plena capacidad. Al mismo tiempo, es posible simular el efecto de un bloque de carga grande que se introduce o retira, p. ej., una bomba o un compresor, midiendo el intervalo de recuperación («respuesta transitoria») hasta que se restablezca la velocidad normal del motor, esto evita correr el riesgo de que el motor no se recupere y falle el alternador.